sábado, 25 de mayo de 2013

“Abel y Caín”. - Baudelaire

 “Abel y Caín”.

 El poema se divide en dos partes. La primera toma la descripción de dos razas hermanas, pero contradictorias, dos estilos de vida vinculadas por su creador.

Raza de Abel, duerme, bebe y come;
Dios te sonríe complaciente.

Raza de Caín, en el fango
Arrástrate y muere miserablemente.


En los primeros cuatro versos vemos como la idea de dos razas es legible. La raza de Abel y la de Caín, ambas provenientes de Dios, siendo de esta manera una dualidad como el bien y el mal, como luz y tiniebla, respectivamente. La raza de Abel vive tranquila y alegremente, bajo la sonrisa afectuosa del Dios; mientras que la de Caín, decae más en cada paso que da. Como animales desamparados que van a terminar muriendo.

Raza de Abel, calienta el vientre
Junto a tu lumbre patriarcal,

raza de Caín, en tu antro
¡tiembla de frió, pobre chacal!

Más adelante, en los versos del trece al dieciséis vemos como el poeta afirma y mantiene la misma idea de los primeros versos. Aunque de este modo enfatiza más la diferenciación de tales razas. Mientras que una más se desarrolla, la otra cae en el antro. Este “progreso, progreso” no es sino un efecto indeseable de la modernidad.

Raza de Abel, creces y engordas
¡como chinches en la madera!

Raza de Caín, por las rutas
¡arrastra tu familia entera!

En estos últimos versos de la primera parte del poema vemos la idea de la vida que sigue rondando. La raza de Abel son aquellos a quienes la vida les sonríe, para ellos la vida es fácil, puede tomarse como un ejemplo de la aristocracia que en ese entonces eran los forjadores de la moral católica. En cambio, la raza de Caín es la mayoría, aquellos que viven arrastrándose, tan sólo sobreviviendo, como lo es el pueblo. Es esta la visión de la vida que toma Baudelaire.

Ya en la segunda parte, esta visión realista de la vida es la que critica y ataca a las tradiciones de su época. Baudelaire toma la imagen de Caín, aquél que mató a su hermano, de posible vinculación con el demonio como el símbolo de la rebelión de la especie humana. ¿De qué importa los códigos morales de una sociedad si éstos no te sirven para vivir? Cuando uno se arrastra, cuando uno come las sobras de otros. Todo ese fango no es sino causado por la otra raza, la de Abel: la burguesía.

Raza de Abel, tu oprobio mira:
¡el chuzo al cielo ganó la guerra!

Raza de Caín, sube al cielo,
¡y arroja a dios sobre la tierra!


En estos, los versos que cierran al poema, se ve la idea de la Rebelión como lo es el título de esta parte del poemario. Cuando Baudelaire dice que la raza de Caín, la mayoría, los sufridos, los pobres, los que en realidad viven, suban a cielo y derroquen a Dios. Es así la rebelión contra toda la represión moral y social de ese entonces. Es aquí donde algunos suelen afirmar la adoración del poeta por Satán, como lo habíamos estado mencionando; pero no es otro caso más que la simbolización de Satán para tomarlo como una forma de rebelión contra su contexto.
Entonces, como hemos podido notar, el ideal poético de Baudelaire es criticar la vida que se tenía en ese contexto de la modernidad. El poeta se vale de símbolos para poder criticar todo ese fenómeno. él utiliza la figura de Satán para poder expresar sus sentimientos. La catarsis se da, tal vez no en los mejores términos que muchos desearían; pero se da. Baudelaire representa la ruptura con toda la poesía antigua, y es el primero en dar un paso hacia la poesía moderna. Aclarando, por supuesto, que dicha poesía de Baudelaire critica su contexto. Satán no es más que un símbolo de rebeldía para con toda esa Modernidad maldita... de la cual somos consecuencia.

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